WASHINGTON.- Congresistas demócratas han expresado en algún momento que al presidente Donald Trump le queda poco tiempo en la Oficina Oval, pero no han ofrecido pruebas de cuál sería la razón de ello.
A mediados de marzo, la senadora demócrata, Dianne Feinstein, le dijo a activistas en California:“Va a dejar pronto su cargo”.
“¿Trump ha realizado algo que obligue a que sea destituido?”, le pregunta un activista. “No puedo responder eso en este momento”, expresó Feintein, quien dejó entrever que hay acciones entre los demócratas de las que no quiere revelar mucho.
Sin embargo, a raiz del despido de James Comey como director del FBI en medio de una investigación de esa institución sobre posibles ligas del equipo del presidente y el gobierno de Rusia, ha intensificado el debate sobre su destitución y eventual juicio político.
Tanto The Washington Post como CNN han consultado a expertos en el tema sobre las razones que podrían llevar a ese camino al Congreso, como lo escrito por Laurence H. Tribe, profesor de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de Harvard, quien considera que el mandatario republicano debe ser destituido “por obstrucción a la justicia”.
“La solución a la acusación fue diseñada para crear un mecanismo de último recurso para preservar nuestro sistema constitucional. Funciona mediante la remoción de los funcionarios de la rama ejecutiva que han abusado tanto de poder a través de lo que los autores llaman ‘delitos mayores y delitos menores’, por lo que no se puede confiar que continúen en su puesto“, escribió el experto.
El senador demócrata Richard Blumenthal, de Connecticut, consideró que hay una posibilidad al respecto, pero la vio lejana.
“Puede producir otro Estados Unidos contra Nixon… Puede que se produzca un proceso de destitución, aunque estamos muy lejos de esa posibilidad“, afirmó, contradiciendo lo que otros de sus compañeros de partido han expresado.
Mientras se da este debate, el Congreso ha pedido un fiscal independiente para investigar la injerencia de Rusia en las elecciones de los Estados Unidos y el papel del equipo del presidente Trump en el asunto.
Asimismo, el exdirector Nacional de Inteligencia, James Clapper, consideró que las instituciones de EEUU están “bajo ataque externa e internamente”, mencionando al mandatario republicano como uno de los culpables de ello.
En tanto, los estadounidenses están muy divididos sobre el despido de Comey, ya que una encuesta de The Wall Street Journal reveló que el 29 por ciento de los ciudadanos aprobó la decisión del presidente Trump, contra un 38 por ciento que se opuso, aunque más del 30 por ciento no supo qué opinar al respecto.
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